La planificación es la base angular en todo proyecto emprendido (sea o no educativo), pero en el área de la educación, la falta de planificación o en su defecto una planificación pobre, puede repercutir en el fracaso del profesional docente que imparte una clase.
Los esfuerzos que se realizan a fin de cumplir objetivos y hacer realidad diversos propósitos se enmarcan dentro de una planificación.
Tomando como referencia el titulo de este artículo, impartir clase es un arte y se requiere ser artista para llegar a nuestros estudiantes, pero todo esto debe ir respaldado por un libreto, de lo contrario no sólo hay riesgo de fracasar en la tarea, sino también puede afectar todo el clima de tu aula, ya que la improvisación conlleva, a no tener control de la situación y el tiempo puede ser eterno tanto para el docente como para el alumno, siendo este último el afectado.
El proceso de planificar exige respetar una serie de pasos que se fijan en un primer momento, para lo cual aquellos que elaboran una planificación emplean diferentes herramientas y expresiones. Por tanto una planificación de tu contenido a impartir durante un semestre, un mes, un proyecto... debe ir sucedido de planes semanales, donde tomes previsiones de las posibles "situaciones" que puedan generarse y que debe conllevar una planificación de respaldo.
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